La música que nos hizo
- Mucho pop y pocas nueces
- 29 mar 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 30 mar 2020
Desde Mucho pop y pocas nueces entendemos que el término pop tiene dos acepciones: pop como género y pop como abreviación de popular. En nuestra sección de columnas hemos decidido explorar esta dicotomía.

Alaska por Javier Vallhonrat.
De Mecano a Taburete, de Seguridad Social a Dani Martín o de Fangoria a Rosalía... Tan diferentes, tienen algo que los unirá siempre: todos ellos formaron parte un día del panorama pop español.
Los adolescentes que crecieron con El Canto del Loco, Leiva o Malú jamás entenderán que sus padres lo hicieran con Nacha Pop, Los Secretos o Radio Futura. Pero así es el pop, que evoluciona a lo largo de los años igual que lo hacen las modas.
En el colegio nos enseñan historia con el fin de aprender de dónde venimos, quién hemos sido y por qué somos quiénes somos hoy. ¿Por qué en las clases de música se limitan a enseñarnos a tocar la flauta y quienes fueron Bethoveen, Mozart o Bach? ¿A cuántos de vosotros os han contado qué fue la Movida Madrileña y todo lo que provocó a su alrededor? La Movida hizo a muchos de los adultos que nos rodean de la misma manera que la música nos hace siempre a todos. Y eso, amigos, también es historia.
Se empeñan en que sepamos lo máximo posible de nuestra cultura, pero se olvidan de una de las cosas más importantes: la música y, concretamente, el pop. “Busca lograr una gran difusión comercial” dice su definición. ¿Y cómo lo logra? Mezclando todo aquello que un día fue popular. El pop de los 80 nada tiene que ver con el actual, porque en aquel entonces se llevaban hombreras, peinados de lo más estrambóticos, chupas de cuero y muchos colores. Fue el pop más rock y más techno que ha habido desde entonces. Ahora lo preferimos en reaggeton, flamenco y baladas; y, su público es más de llevar chándal y cadenas de oro.
Así pues, el pop hace a los jóvenes de cada época. Nuestros cantantes de hoy no serían nadie sin la inspiración de los que un día ya los precedieron. Copla, flamenco, rock, punk... forman parte del bagaje popular español. Nuestros abuelos bailaron al ritmo de Lola Flores para que nuestros padres lo hicieran al ritmo de Alejandro Sanz y nosotros de “la Rosalía”.
El pop de los 80 creó escuela, pero el pop actual nos enseña todo lo aprendido. La nostalgia se ha apoderado de muchos de los artistas de hoy en día, que se llenan la boca hablando de sus musas, la mayoría representantes de géneros populares del país.
El pueblo hace a lo popular y lo popular hace al pop, creándose un círculo vicioso que nos ayuda a entender cada generación: sus gustos, sus modas y por lo que pasaron. Y por eso, el pop(ular) es también historia.
¿Qué diríamos de nuestro país si no pudiéramos hablar de Camarón, Los Chunguitos, Alaska y Dinarama, El Último de la Fila, Marta Sánchez, Loquillo, Ramoncín y tantos artistas que formaron y forman la banda sonora de nuestra historia?
Gracias al pop cada generación de adultos está formada por un poquito de la anterior. Sin música nuestra historia quedaría vacía. Por eso, debemos aprender a ensalzar la música popular de nuestro país. La música que nos hizo y que nos viene definiendo desde que lo popular se convirtió en pop, tan diferente de una década a otra, o de un país a otro.
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